La Delegación del Gobierno en Navarra entregó este miércoles 27 de noviembre, los premios Meninas 2024, un reconocimiento a organizaciones, instituciones y personas comprometidas en la erradicación de la violencia contra las mujeres promovido por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género del Ministerio de Igualdad. El acto, celebrado en el Civican de Pamplona, se enmarca en la conmemoración, el 25 de noviembre, del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
En la edición de este año fueron reconocidas la Coordinadora de Organizaciones de Mujeres y/o Feministas por la Igualdad en Navarra (COMFIN), el Servicio de Atención Jurídica a la Mujer del Colegio de Abogados de Pamplona (SAM), el Instituto de Psicología Jurídica y Forense (PSIMAE) y el Instituto de Educación Secundaria de Mendillorri.
En el acto se indicó que COMFIN es una organización no gubernamental que nació en el año 2012 fruto de la propia demanda del movimiento asociativo de mujeres de contar con un espacio de encuentro, para el fortalecimiento de las propias asociaciones y para crear redes de trabajo y de acompañamiento entre mujeres. COMFIN trabaja en el fomento de la igualdad entre mujeres y hombres, en la participación pública de las asociaciones y en la incidencia política del tejido asociativo de mujeres. Desarrolla proyectos de formación y prevención de la violencia y de buenas prácticas feministas, entre otras.
Recogieron el galardón Yolanda Rodríguez Villegas, presidenta de COMFIN y Ainhoa Aznárez Igarza, primera presidenta de COMFIN, de manos de la delegada del Gobierno en Navarra, Alicia Echeverría, quien destacó el “poder transformador” de los movimientos sociales, de organizaciones y entidades de todo tipo que trabajan en favor de la igualdad y de la no violencia.
En su agradecimiento, Yolanda Rodríguez Villegas subrayó el rol de las asociaciones de mujeres en la erradicación de la violencia machista. “Nuestro trabajo es esencial para visibilizar este problema, movilizar a la sociedad y exigir y contribuir en los cambios en las leyes y en las políticas públicas.”
“En la visibilización y sensibilización
Las asociaciones feministas son esenciales para poner de manifiesto la magnitud de la violencia machista. A través de campañas y eventos, han logrado que la sociedad reconozca este problema como estructural, que no se trata de casos aislados, sino de una manifestación de desigualdad y patriarcado. Gracias a su trabajo, la violencia machista ha pasado de ser un tema tabú o privado a un asunto de interés público y político.
En la defensa de los derechos de las víctimas
Las asociaciones proporcionan apoyo a las víctimas de violencia machista a través de diversos servicios, como asesoría legal, acompañamiento psicológico, refugios, y líneas de ayuda. También juegan un papel crucial en la defensa de los derechos humanos de las mujeres, luchando por un trato digno y porque las víctimas tengan acceso a justicia y reparación.
En la incidencia política
Las asociaciones feministas han sido fundamentales en la elaboración de leyes y políticas públicas orientadas a la protección de las mujeres y la erradicación de la violencia de género. Muchas de las leyes que hoy existen, son resultado de la incidencia política de estas organizaciones.
En la educación y prevención
Gracias a programas educativos en escuelas, universidades y comunidades, enseñan sobre la igualdad de género, el respeto, el consentimiento y la no violencia. La educación es una herramienta poderosa para cambiar las mentalidades y prevenir situaciones de violencia.
En las redes de apoyo y empoderamiento
Estas asociaciones promueven el empoderamiento de las mujeres en general. Fomentan la autonomía económica, social y emocional, lo que les permite salir de situaciones de abuso y vivir libres de violencia. Además, a través de espacios de encuentro y solidaridad, crean redes de apoyo mutuo, donde las mujeres pueden compartir experiencias y encontrar fuerza en la comunidad.
En la denuncia de las estructuras patriarcales
Las organizaciones feministas también se encargan de cuestionar y visibilizar las estructuras patriarcales que perpetúan la violencia machista. Esto incluye denunciar actitudes y prácticas sexistas, tanto en la cultura popular, los medios de comunicación, como en las instituciones. La erradicación de la violencia también pasa por transformar las raíces culturales y sociales de la desigualdad de género.
En las alianzas y movilización social
A menudo, las asociaciones de mujeres colaboran con otras entidades sociales, políticas y comunitarias para crear una red más amplia de apoyo. Las movilizaciones y protestas, como el 8 de marzo y el 25 de noviembre, son momentos clave en los que la sociedad se moviliza y se da visibilidad al rechazo a la violencia machista.
En el apoyo en la reconstrucción de las víctimas
Esto implica ofrecer recursos a las víctimas para superar el trauma, recuperar su autoestima y, en muchos casos, reinsertarse en el ámbito laboral, educativo o social.
Las asociaciones de mujeres y/o feministas, como las que pertenecen a COMFIN, son esenciales en la erradicación de la violencia machista, porque no solo brindan apoyo directo a las víctimas, sino que también reclaman la transformación de las estructuras que perpetúan la violencia de género. Una acción imprescindible para crear una sociedad más igualitaria y libre de opresión y violencia machista”, concluyó.